El Elefant, conocido inicialmente como Ferdinand, fue un cazacarros pesado alemán de la Segunda Guerra Mundial. Basado en el chasis del Tiger I, el Elefant estaba armado con un cañón de 88 mm y contaba con un blindaje frontal de 200 mm. A pesar de su impresionante poder de fuego y protección, el Elefant resultó ser un vehículo problemático debido a su movilidad limitada, problemas mecánicos y falta de ametralladora coaxial.

El origen del Elefant se remonta a la licitación de 1942 para el desarrollo de un nuevo tanque pesado alemán. Porsche presentó un diseño, pero no fue seleccionado. Sin embargo, ya se habían producido 91 chasis del diseño de Porsche, por lo que se decidió convertirlos en cazacarros pesados. Estos vehículos recibieron el nombre de Ferdinand en honor a su diseñador, Ferdinand Porsche.

El Elefant hizo su debut en la Batalla de Kursk en 1943. Si bien demostró ser capaz de destruir tanques enemigos con facilidad, también evidenció sus serias limitaciones. Su peso excesivo lo hacía lento e inflexible, y sufría de problemas mecánicos frecuentes. Además, la falta de una ametralladora coaxial lo hacía vulnerable a la infantería enemiga a corta distancia.

Tras las experiencias de Kursk, se realizaron algunas modificaciones al Elefant, incluyendo la adición de una ametralladora coaxial y la mejora de la ventilación. Los vehículos modificados recibieron el nombre de Elefant. Los Elefant vieron acción en Italia, donde tuvieron un desempeño más exitoso en terrenos montañosos. Sin embargo, los problemas mecánicos y la vulnerabilidad a la infantería siguieron siendo un problema.

A pesar de su potente cañón y blindaje, el Elefant es generalmente considerado como un fracaso. Su movilidad limitada, problemas mecánicos y falta de ametralladora coaxial lo convirtieron en un vehículo poco efectivo en el campo de batalla.

El Elefant es un ejemplo de cómo un diseño con un gran potencial puede verse obstaculizado por serias limitaciones. Si bien el Elefant era un formidable oponente a corta distancia, su falta de versatilidad y confiabilidad lo convirtieron en un activo poco valioso para el ejército alemán.